TENTADOS A ABANDONAR LA MISIÓN
SUPERAR LAS TENTACIONES COMO JESÚS
Manuel
Tenjo Cogollo
Email: manueltenjo@yahoo.com
Cada persona tiene su misión en el mundo y la va desarrollando en la medida en que toma conciencia de ella y se hace responsable de ella. Sin embargo, surge la duda en torno a estar en la misión correcta y desarrollarla de manera adecuada. Existe una tendencia a abandonar las empresas emprendidas por diversos motivos, a dejar de lado los esfuerzos y a añorar sus frutos, pero ¿a qué se debe?Desde el comienzo de la humanidad,
existe la tendencia por lo fácil y sin esfuerzo, por querer ser como un dios
que todo lo conoce y todo lo puede, para ser admirado y reconocido, como se
narra en el mito de la creación del mundo (Gn 2,9; 3,5). De igual manera, Jesús
de Nazaret, al comienzo de su actividad, es tentado a asumir su mesianismo de
manera fantástica y ostentosa para ser reconocido y admirado (como lo narra Mt
4,1-11), sin embargo, Él no cedió al tentador, sino que avanzó hasta cumplir su
misión.
Así que veamos, cómo vencer las tentaciones de abandonar la empresa, al mismo tiempo que avanzamos en las herramientas para perseverar, hasta ver el cumplimiento de las metas y tener el éxito esperado.
1. Tentaciones para
abandonar la empresa
Un gran líder como Jesús tuvo que
enfrentar la tentación de abandonar su empresa del anuncio del Reinado de Dios
y su labor mesiánica a favor del pueblo, por tres razones:
1.
la primera, quedarse con tener
elementos materiales, ambicionar aumentar los bienes, dar paso a la avaricia,
que es insaciables, pues entre más se tiene, más se desea. Así se le propone a
Jesús un mesianismo externo y material de convertir piedras en panes,
considerando que es la mejor manera de avanzar en la vida. Pero cuando no se
tienen los recursos rápidos, entonces aparece el desánimo y el abandono.
2.
La segunda tentación está cargada de la
búsqueda del reconocimiento por los signos y prodigios que se puedan realizar,
porque Jesús tiene el título de hijo de Dios. Sin embargo, cuando se cede a la
tentación del prestigio y el reconocimiento, termina volviéndose esclavo de los
comentarios de los demás, produciendo fastidio, cansancio y abandono de la
empresa.
3.
En tanto que la tercera tentación,
enfocada en abrazar el poder sobre muchas personas, empresas o naciones,
haciendo que el servicio al pueblo se convierta en política que se aprovecha
para enriquecer, aumentar el poder, buscar más posesiones y alcanzar mayor
prestigio. De manera que la tercera tentación complementa y engrandece las dos
primeras.
Al final, todo termina en vacío, pues la cantidad de riquezas, popularidad y poder no llenan la vacuidad existencial, porque se aleja de la misión fundamental de la vida, que se gana, dándola, pues “hay más alegría en dar que en recibir”, como dice Jesucristo.
2. Herramientas para
perseverar
La perseverancia se entiende
tradicionalmente como mantenerse constante donde otros han abandonado. En el
alcance y desarrollo de la misión en la vida, muchos emprenden negocios y
proyectos, pero pocos los continúan hasta terminarlos y alcanzar las metas establecidas.
Así que, es necesario establecer unas herramientas que ayuden a perseverar
hasta ver las metas cumplidas y los sueños alcanzados.
1.
La primera herramienta que observamos en el
Maestro de la perseverancia es que está “llevado por el Espíritu al desierto”
(Mt 4,1). De manera que, se hace equipo de trabajo con la experiencia
trascendente del Espíritu que impulsa desde dentro, que acompaña y da talentos,
que fortalece y mantiene la mirada en la meta. Se necesita un valor superior,
una meta tan trascendente que brinde la seguridad necesaria para perseverar y
llegar a la meta final.
2.
La segunda, consiste en
alimentarse adecuadamente, la mente, el espíritu y el cuerpo, para que el
propósito inicial del Dios de la vida no se abandone, sino que se convierta en
el nutriente permanente. Alimentarse del ánimo y las palabras adecuadas para
crecer y perseverar.
3.
La tercera herramienta, es caminar con
firmeza, sin entretenerse con los pequeños logros del camino o con las
dificultades que aparecen. Evitar tentar la meta final, cambiar el objetivo
definitivo o abandonar el propósito divino, a través de mantener en la mente lo
más grande que se aspira.
4. La cuarta, radica en evitar quedarse con los elogios de los pequeños logros, por medio de asumir con actitud de adorador, es decir, con humildad, para que los grandes éxitos no apabullen a quienes se esfuerzan por avanzar y para que sirvan de estímulo a las personas que están perseverando.
3. Llegar al éxito
Al final,
el aprendizaje ha sido interesante, pues “el
diablo le deja... se acercaron unos ángeles y le servían” (Mt 4,11).
Señalando que se rescata el paraíso original, se vive el cielo en la tierra, se
abre una experiencia paradisíaca, donde se disfruta lo alcanzado, no sólo para
sí mismo, sino especialmente para compartir con otros, para fortalecer la
dignidad personal y contribuir a la construcción de una mejor empresa y, por
tanto, de una mejor sociedad.
La
experiencia de Jesús, es también la de nosotros, la de aquellos que empiezan
una labor empresarial o comunitaria, que enfrenta dificultades para avanzar,
pero que, cuando persevera, alcanza metas sorprendentes y vive éxitos
contagiosos.
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