miércoles, 8 de febrero de 2023

12- LOS PROBLEMAS COMIENZAN SIENDO PEQUEÑOS

 LOS PROBLEMAS COMIENZAN SIENDO PEQUEÑOS

Manuel Tenjo Cogollo

Email: manueltenjo@yahoo.com

Muchas personas manifiestan que tienen grandes problemas y que no saben cómo solucionarlos, sin embargo, tal vez no quieren recordar que comenzaron siendo pequeños, por dificultades al tomar decisiones adecuadas y oportunas. Todo lo grande comienza siendo pequeño, así como todo lo difícil comienza siendo fácil, según hemos aprendido.

El más grande maestro de la humanidad: Jesucristo enseño a sus discípulos un estilo de vida (en Mt 5,17-37), donde deben medirse las consecuencias de las decisiones para frenar o corregir las situaciones complejas a tiempo. Veamos algunos ejemplos.

1. Controlar el enojo

Jesús enseña que antes de llegar a matar a una persona cercana, como un hermano, es necesario controlar el enojo (Mt 5,21-26). Lo que hace que tu te enojes es que los demás no se portan como tu, no responde a tu programación y no cumple con tus expectativas. Así que la causa del enojo no está en la otra persona sino en ti.

El enojo puede generar una cantidad de desgracias, pues después sigue insultar a la otra persona con palabras más gruesas y de mayor calibre: “imbécil, renegado, estúpido”, hasta llegar a la violencia física y a causar desgracias muy difíciles de reparar.

De manera que, la clave es tomar control de las emociones como el enojo, fortalecer el interior para no obrar por venganza, sino ofrecer el perdón y la reconciliación, como si fuera una ofrenda a la divinidad. Es mejor, ante la ofensa y la perdida de expectativas, promover ambientes de perdón, donde se quitan cargas dolorosas, y la reconciliación, donde se restaura la comunión como antes de la ofensa, ganando a la persona para vivir como hermanos.

Si frenas el enojo, frenas la lengua, no realizas ataques emocionales o morales, tampoco aplicas la violencia física, al contrario, promoverás ambientes de perdón y reconciliación, que producen paz y buenos ambientes laborales y familiares, donde da gusto llegar.

2. Controlar los deseos del corazón

El Maestro enseña que, si los malos deseos del corazón dominan la mirada y las acciones, los daños que causan se van agrandando muchísimo, como el caso de establecer relaciones amorosas con mujeres casadas (en Mt 5,27-30). El planteamiento comienza con mirar a una mujer deseándola, por allí pasa al corazón para tomar decisiones existenciales y termina con acciones que pueden dañar hogares, empresas y buenas amistades.

Es necesario frenar el problema desde la mirada, es decir, controlar la mirada, controlar los deseos del corazón y controlar las acciones de las manos, pues, si se les da rienda suelta, pueden ocasionar problemas muy grandes, complicados y de difícil manejo, pues se mezclan con violencia, chantaje, manejos económicos y sociales.

Si controlas tus emociones y tus decisiones, si tomas la rienda de tu vida y miras las consecuencias de lo que puedes llegar a hacer, entonces, empezarás a construir ambienes agradables de fraternidad, apoyo y promoción humana. Se trata de respetar la dignidad de cada persona, promover lo mejor que tiene, ayudar a crecer integralmente, generando ambientes de paz, buen clima laboral y unas familias donde se promueve el respeto a lo que es ajeno y pertenece a otras personas.

3. Controlar las palabras

Otro aspecto que causa grandes problemas es el mal manejo de las palabras, las promesas no cumplidas y la pérdida del carácter cuando se empeña la palbra. Jesús enseña a sus discípulos que no deben jurar ni firmar sus promesas por Dios, por la tierra, por el cielo o por lo que más se ama, pues eso muestra que la seguridad de su vida la está poniendo en seres externos o en personas cambiantes y poco sólidas.

Cuando se realizan promesas y no se cumplen, se pierde a credibilidad, empieza a fallar la autoridad, no se cumplen las metas y genera ambientes inestables. Los daños son terribles porque la falta de confianza en las personas o las instituciones, la inseguridad que se genera y las pocas proyecciones, van a causar ambientes de desconfianza, violencia de distinto estilo, faltas de compromiso para alcanzar metas y pocos esfuerzos por perseverar y tener éxito.

Si controlas tus palabras y las utilizas con firmeza, se brindará seguridad en quienes te rodeas, porque sabrás que cuando tu dices si es si y cuando dices no es no. Lo demás no es necesario, porque tu vida es tan firme que los demás creen y confían en tus palabras.

De manera que, lo que siembras eso cosecharás (según la agricultura), toda acción tiene su reacción (según la física), es un principio de la naturaleza que siempre se cumplirá. Te cuidado con tus deseos y decisiones, con tus palabras y tus acciones, pues puedes generar problemas muy grandes y con decisiones complicadas que debes tomar para solucionarlas. Mide las consecuencias antes de tomas decisiones.



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