RESPUESTAS NO VIOLENTAS
Manuel Tenjo Cogollo
Email: manueltenjo@yahoo.com
Ante esos fenómenos, permanentes en la historia y constante en diversas sociedades, Jesús ofrece una alternativa no violenta, unas respuestas pacificas ante las acciones violentas de otros (en Mt 5,38-40). La propuesta de Jesús fue acogida por Mahatma Gandhi para liberar a la India del colonialismo inglés; así como Martin Luther King Jr. ante la discriminación y segregación racial en los Estados Unidos de América. Por el mismo sendero siguió la propuesta de Mandela en Sudáfrica. Por citar solamente tres ejemplos. Así que nos puede servir a nosotros.
1. Evitar la venganza
Las
acciones vengadoras son controladas por la premisa de “ojo por ojo y diente por diente”, es decir, al que me la hace la
paga y con intereses. Lo que produce más violencia por el deseo del desquite y
de no quedar como débil ante las demás personas.
Sin
embargo, Jesús propone que se debe recibir la violencia de la otra persona,
pero no responder de la misma manera, con palabras como: “al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra”,
así como saber qué reclamar y qué dejar pasar, evitando daños mayores, como: “al
que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto”; hasta llegar a
expresiones de trabajo y mayor esfuerzo en las labores a las que una persona se
puede ver obligada, diciendo: “al que te
obligue a andar una milla vete con él dos” (Mt 5,38-41.
Parece
complejo recibir las acciones violentas, pero no devolverlas, hasta parece que
es propio de personas débiles o cobardes. Las personas que optan por contribuir
a una sociedad mejor con respuestas no violentas, que evitan la venganza y
responden con bondad, tienen una fortaleza interior muy grande, no aceptan
sentimientos bajos como el rencor en su vida, porque su espíritu trasciende más
allá de las agresiones, pues controla su bestia interior para no dejarla
aflorar.
Además, las personas que evitan la venganza, descubren que quien obra violentamente va contra su propia naturaleza a causas de vivir con una violencia interior muy fuerte y originada en algún momento de su vida. Es decir, la persona que responde con violencia es porque ha sido tratada de igual manera y porque ella lo gobierna para agredir a sus semejantes. Sin embargo, cuando la persona se conquista a sí misma, aprende a controlar su violencia interior, ha domado su bestia interna, entonces responde con paz, ayuda a otros, es tolerante y la conduce a vivir con generosidad, como enseña Jesús a sus discípulos: “A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda”.
2. Amar a los enemigos
El
segundo elemento de la propuesta de Jesús es complejo, pues va más allá de la
dominación de sí mismo y de domar la bestia interior, ya que exige de se debe
amar a los agresores, orar por los perseguidores, tratarlos como hermanos y
saludarlos con cordialidad (Mt 5,43-48). Lo que muestra que la persona agredida
debe darle valor y estar a favor del agresor, para que él progrese. ¡Caramba,
eso requiere muchísima fuerza interior!
El planteamiento está encaminado a asumir los mejores valores y principios, con una fuerza interior tan grande que hace a la persona parecida al Padre creador, como dice Jesús: “ustedes sean perfectos como es perfecto su Padre Celestial”. Eso muestra que se debe amar y favorecer no solo a quienes hacen el bien, sino especialmente a los que dañan, calumnian y destruyen, para ayudarles a su liberación interior.
3. Conclusión
En
conclusión, la actividad no violenta es para personas que tienen fuerza
interior, que aman y escogen valores superiores en lugar de odiar, buscar la
venganza y destruir a otros. La opción por la no violencia es para personas
valientes que han conquistado sus miedos y que tienen tal fortaleza que reciben
la violencia de otros, pero responden con amor y buscando restaurar las
relaciones humanas. Fuerza creadora con acciones dinamizadoras de una sociedad
nueva, donde la solidaridad y la justicia traen como fruto la paz.
Excelente reflexión Manuel, que el Señor sea ese atajador de iras y deseos de venganza en nuestro ser
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