martes, 28 de marzo de 2023

19- Entrada triunfante a Jerusalén y pasión de Jesús

 Comentario a la lectura del santo evangelio según san Marcos 14,1-15,47

Entrada triunfante a Jerusalén y pasión de Jesús. Es una narración bastante larga (Mc 14-15), que se puede ver en cinco escenas con sus enseñanzas.


(1) Las dos cenas, una en Betania (14,3-9) y la otra en Jerusalén la de Pascua (14,22-24). En la primera, la unción dada por la mujer, es interpretada por Jesús con su muerte y su sepultura. En la cena pascual, Jesús acepta libremente su muerte como sacrificio para la salvación.

(2) Los diálogos entre las cenas, el primero es la conspiración por parte del Sanedrín (14,1-2.10-14) y el apoyo de Judas, el segundo es el anuncio de la negación de Pedro. Son personajes que buscan ensombrecer la entrega luminosa de Jesús para salvar del pecado y de la muerte.

(3) Jesús es abandonado por todos sus discípulos y aprisionado, lo que conduce a poner en crisis el discipulado. El joven que huye desnudo simboliza la actitud de incomprensión del ministerio de Jesús.

(4) La revelación de la verdadera identidad de Jesús, comienza a revelarse de manera definitiva, pues durante el proceso del juicio y en la cruz, se hace pública la identidad del Hijo de Dios, opuesto a las negaciones de Pedro que ensombrece a Jesús y a sus discípulos.

(5) En la pasión de la cruz y en la muerte de Jesús, se revela de manera amplia la identidad y se acaba el sigilo mesiánico. Jesús crucificado es reconocido como el Hijo de Dios, por parte del centurión romano.

El discipulado vive la crisis ante la cruz, sin embargo, se manifiesta la fidelidad a Jesús por parte de las mujeres y de José de Arimatea que lo descienden de la cruz y lo conducen al sepulcro.

 

jueves, 23 de marzo de 2023

18- DESATAR PARA AVANZAR

 

Manuel Tenjo Cogollo

Email: manueltenjo@yahoo.com


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 La realidad humana está llena de desprendimientos, perdidas y muertes, donde se evalúa la fuerza y la capacidad humana para crecer y avanzar en medio de las circunstancias cruciales y desesperantes. En una familia, amiga de Jesús se presento la muerte del hermano, Lázaro, y sus hermanas: Marta y María, tienen que vivir la experiencia del duelo, del desprendimiento y del paso de la muerte a la vida, para avanzar y lograr ver todo con nuevos ojos, al mismo tiempo que fortalecer la experiencia.

Planteamos, a partir de la muerte y resurrección de Lázaro (narrado en el evangelio de Juan, capítulo 11), los pasos para vivir el duelo por muerte, al mismo tiempo que proceso para desatar los apegos y avanzar victoriosos en la vida.

1.    Negación

Cuando a Jesús le dicen que su amigo Lázaro está enfermo, su reacción se señalar que no va a morir (Jn 11,4), pero cuando le dicen que ya murió, contesta que sólo duerme y que Él va a despertarle. Así que Jesús asume la actitud de negación ante la pérdida y muerte de su amigo.

De igual manera ocurre con nosotros cuando recibimos la noticia de la muerte de un ser querido o del padecimiento de una enfermedad grave, con posibilidad de enfrentar la desaparición. La primera reacción ante la pérdida es la negación y el rechazo de tal situación. No es simple aceptar que un ser amado se encuentra muy enfermo o ha muerto. Así que la negación hace su aparición ante un impacto tan grande.

2.    Buscar culpables

Tanto Marta como su hermana María buscan culpables de la muerte de Lázaro, y no tardan en encontrarlo, es Jesús, a quien le dicen: Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano (Jn 11,21.32). Culpan a Jesús de la muerte de su hermano.

Ocurre de manera similar ante la pérdida de un ser querido, se busca culpables: el hospital, los médicos, los medicamentos, las enfermeras, algún familiar y, Dios mismo, aparecen como causantes de la enfermedad terminal o la muerte de la persona que amamos. Esa búsqueda de culpables va acompañado de la rabia y la frustración, haciendo que se convierta en un ataque directo a quienes se presumen implicados en la causa del duelo. Es normal y necesario vivirlo para avanzar.

3.    Llorar

Jesús manifiesta sus sentimientos más profundos y humanos con las siguientes expresiones: se conmovió interiormente, se turbó.Jesús se echó a llorar. Jesús se conmovió de nuevo en su interior y fue al sepulcro (Jn 11,33.35.38). Si Jesús, que es el Señor, el Rey, el Dueño de la vida, llora por la muerte de su amigo Lázaro, cualquier persona tiene derecho a llorar por la pascua de un ser querido.

El llanto es un desahogo normal ante una pérdida traumática. El cuerpo y la mente necesitan una forma de salida de la situación traumática, y esta es el llanto. Evitar llorar causa más daño y termina con enfermedades psicosomáticas no deseadas. Es necesario promover el desahogo a través del llanto y el dialogo de los dolientes.

4.    Conjeturas y supuestos

Los judíos que acompañan a Marta, a María y a Jesús asumen la actitud de conjeturas y supuestos sobre lo que hubieran podido hacer para que Lázaro no llegara al desenlace de la muerte (Jn 11,36-37). El dolor de la pérdida en tan grande y el sufrimiento de la soledad se convierte en inaguantable, que se empiezan a formular conjeturas sobre lo que se puedo hacr y supuestos sobre lo que pasaría si todavía estuviera vivo.

Es la etapa más compleja en la elaboración del duelo, pues si no se supera, se regresa a dar vueltas en los pasos anteriores, generando mayor dolor y sufrimiento, en ocasiones, terminando con medicamentos y tratamientos psiquiátricos. Es posible salir de allí llegando a la aceptación.

5.    Aceptación

La aceptación es el momento en que las situaciones límites de la existencia se convierten en parte de la vida. Jesús termina diciendo a Lázaro una palabra de resurrección: ¡Lázaro, sal fuera! (Jn 11,43) y sus hermanas una palabra de libertad: Desátenlo y déjenlo ir (Jn 11,44).

La aceptación no conduce a olvidar o dejar de amar, sino a reconocer que la vida es parte de la muerte, que después de la vida hay vida y que el amor nunca muere, al contrario, puede crecer mucho más. Aceptar es necesario para avanzar en la vida y crecer en un nuevo proyecto, donde se valora mucho más a la familia y se fortalecen los lazos fraternos.

Avanza, con libertad, hacia las metas más allá de esta vida, pues, después de la vida hay una más plena y mejor.



 

 

martes, 14 de marzo de 2023

17- CONOCER PARA VER CON CLARIDAD

 CONOCER PARA VER CON CLARIDAD

Manuel Tenjo Cogollo

Email: manueltenjo@yahoo.com

 Cuando una persona no se conoce a sí misma, vive como ciega, no percibe la realidad con claridad, decide por apariencias y se deja llevar por las opiniones ajenas, alejándose de la autodeterminación. Ante una situación así, la persona es como una hoja que lleva el viento, sólo aspira a lo inmediato y, al recibir tantas heridas y rechazos, se le baja la autoestima, genera altos niveles de desconfianza y puede responder con violencia.

En una ocasión, Jesús sana a un ciego de nacimiento (narrado en el evangelio de Juan, capítulo 9), donde se puede apreciar que la sanación más importante es la interior, pues quien era ciego empieza un proceso de captación de sí mismo y del hombre que lo sanó. El proceso es inductivo, pues pasa de lo pequeño a lo grande.

1. Recibir una nueva visión

Jesús ve a un ciego de nacimiento y decide sanarlo, no de manera inmediata, sino con un proceso terapéutico: "escupió en tierra, hizo barro con la saliva, y untó con el barro los ojos del ciego", después le ordenó que fuera a lavarse a la piscina de Siloé (Jn 9,6-7). Jesús realiza una parte de la actividad, pero la otra, muy importante, debe realizarla el hombre con discapacidad visual, quien cumple lo ordenado y regresó viendo físicamente.

Es necesario aprender a ver las oportunidades que ofrece la vida, en ocasiones las personas se portan ciegamente, por las situaciones que viven, sin embargo, las mismas excusas pueden servir de razones para empezar a ver.

Es necesario recibir una nueva visión, aceptarla con la confianza de avanzar hacia un estilo de vida nuevo, mejor y donde de alcanzan metas para cumplir sueños. Para ello es necesario tener una mentalidad abierta a recibir nuevas propuestas, con fundamentos en valores y proyecciones en principios, que conducen a sacar lo mejor de cada uno y a construir familias integralmente sanas.

2. Te voy comprendiendo, Jesús

Una vez que el hombre recibe la sanación física viene un proceso de comprensión de quién es Jesús, que se proyectará en una construcción de la verdadera imagen de sí mismo. El hombre sanado no ve a Jesús al comienzo, solamente hasta el final, sin embargo, va descubriendo la identidad de Jesús para construir su propia identidad.

Los interrogatorios que hacen al hombre le sirven para avanzar, porque cuando la gente le pregunta quién lo sanó la respuesta es: "ese hombre que se llama Jesús" (Jn 9,11) (1). Cuando los fariseos le piden que hable de ese hombre, el curado responde: "es un profeta" (Jn 9,17) (2), de manera que la comprensión de Jesús está creciendo. Las preguntas al hombre nuevo son insistentes, así que ahora afirma que Jesús es un Maestro y que si quieren "hacerse discípulos suyos" (Jn 9,27) (3). Hasta llegar a afirmar que es enviado por Dios, pues "Si éste no viniera de Dios, no podría hacer nada" (Jn 9,33) (4). Al final de la escena se encuentra con Jesús, a quien va a confesar como "Señor" (Jn 9,36.38) (5).

El proceso fue creciente, la experiencia de Jesús fue avanzando en la vida del hombre que había sido ciego, conduciendo una toma de conciencia progresiva, asumiendo un estilo existencial superior.

En la medida en que las personas crecen integralmente, avanzan empresarialmente, mejorar en la vida familiar y logran metas sorprendentes. Al mismo tiempo, se convierten en modelos a seguir y guías de muchos.

Tu puedes pasar de ciego a vidente, para avanzar en la vida y ser mejor persona. Únete a Jesucristo, ten un encuentro creciente con Él y avanza hasta llegar mucho más lejos de lo que piensas.

3. Determinación para avanzar en la vida

Cuando el hombre está seguro de sí mismo y de lo que hace, toma el control de su vida, asume la responsabilidad de lo que realiza y avanza con seguridad en medio de las situaciones cruciales. A las personas que tienen buena autoestima, tienen una visión clara de lo que quieren de la vida y superan los miedos a las opiniones ajenas, se convierten en personas atractivas, que se conectan con facilidad con las personas y ayudan a otros a que vean buenas oportunidades.

Eres el dueño de tu vida, cuenta con Jesucristo para avanzar en tus empresas, llega hasta donde tu imaginación te lo permita. No te detengas, avanza en medio de los cuestionamientos, camina en medio de las crisis y llega al final, cuando otros se quedaron por el camino. Estás hecho para grandes hazañas. ¿Qué crees que te falta?


miércoles, 8 de marzo de 2023

16- ASOCIAR PARA CRECER

 ASOCIAR PARA CRECER

Manuel Tenjo Cogollo

Email: manueltenjo@yahoo.com

Muchas personas tienen miedo a la soledad, se rodean de muchas personas, pero cuando no tiene nada nuevo que aportar a otros… al final… se quedan solos. Eso produce tristeza, nostalgia y depresión. De manera que, servir y ayudar a otros a crecer conduce a vivir acompañado de muchas personas, aun en los avanzados años de edad. ¿Cómo lograrlo?

Jesús de Nazaret tuvo un encuentro con una mujer samaritana y con sus discípulos, para enseñar a asociar personas a su proyecto del Reinado de Dios y hacer crecer la comunidad de visionarios y empresarios (Jn 4,5-42). Ahora bien, es necesario tener en cuenta el proyecto personal o empresarial que se está siguiendo, para asociar a quienes lo comprenden y crecer exponencialmente.

Veamos los elementos para asociar y crecer.

1. Avanzar en la relación interpersonal

Para avanzar es necesario conocer a las personas que nos rodean, pues nos ayudan a crecer y a desarrollar nuestro proyecto de hacer una mejor empresa, comunidad o sociedad. Jesús conoce a la mujer samaritana y se lo demuestra: “has tenido cinco maridos y el que ahora tienes no es marido tuyo” (Jn 4,18). La samaritana es una mujer que está buscando un piso firme y sólido desde dónde construir su vida, pero se ha equivocado en el camino y ha realizado elecciones equivocadas.

El conocimiento de la mujer hacia Jesús es procesual y creciente, pues primero lo identifica como un hombre judío que tiene limitaciones para sacar agua del pozo de Jacob (Jn 4,9), con quien es difícil relacionarse porque existe una división histórica entre los judíos y los samaritanos. En segundo lugar, identifica a Jesús como Señor que puede dar un agua especial, que da vida y que no produce sed (Jn 5,15), haciendo que la relación interpersonal empiece a crecer, pues supera los límites raciales y religiosos iniciales. Después, la mujer samaritana reconoce a Jesús como profeta (Jn 5,19), que puede revelar fenómenos sorprendentes de Dios y de su relación con los hombres, más allá de la geografía o el culto religioso. Para terminar, en cuarto lugar, reconociendo a Jesús como el Cristo (Jn 4,25.29), porque da a conocer el sentido de la historia y el avance de una nueva sociedad.

De manera que, la relación entre la mujer samaritana y Jesús es creciente, en constantes revelaciones y mostrando la superación de esquemas mentales equivocados o caducos. Al final la mujer va a la ciudad a buscar a la gente para darles a conocer al hombre maravilloso que es Jesús y a su proyecto de vida. La relación condujo a asociar a otros samaritanos al Reinado de Dios.

2. Alimentarse de la pasión por lo que se hace

Jesús les enseña a los discípulos que es más importante comprometerse con los proyectos a largo plazo y ponerle pasión a la comunidad o a la empresa, comer o beber (Jn 4,31-38). El Maestro le pone sus discípulos que, si su visión está basada en comer o beber, es muy corta, pero lograr la meta de hacer crecer el proyecto del Padre de la vida. Además, muestra que la meta debe estar siempre en la mente y a la vista, pues eso produce pasión (Jn 4,34-35). Dicho de otra manera: entre saber qué se debe hacer y para qué se debe hacer, está la pasión que se le pone para desarrollar el proyecto y alcanzar las metas de crecimiento en la empresa divina. Para Jesús, la pasión por lograr el proyecto del Reino del Padre es más importante que cualquier cosa, haciendo que ese proyecto se convierta en la comida necesaria para fortalecerse y avanzar.

El mejor alimento que puedes tener es la pasión por lograr las metas, avanzar en el cumplimiento, y alcanzar los resultados que se esperan. La pasión hace que se quite todo aquello que distrae, como la preocupación por comer, por agradar a los demás, por quedarse durmiendo o viendo televisión. La pasión por lograr las metas hace que se trabaje por ellas, porque se ven ya próximas. Además, es necesario contagiar esa pasión a quienes se unen al proyecto para que todos vean la nueva cosecha.

3. Asociar para que todos disfruten

La mujer samaritana contagia su alegría y su pasión a sus compatriotas (Jn 4,39-42), para que lleguen a conocer a Jesús, se unan a su proyecto y crezcan en el Reinado del Padre de la vida. Al final, eso se logra el crecimiento en la asociación, porque los suyos dicen: Ya no creemos por tus palabras; que nosotros mismos hemos oído y sabemos que éste es verdaderamente el Salvador del mundo (Jn 4,42).

¿Tú tienes un proyecto definido, claro y fácil de expresar? Debes empezar a ponerle pasión, agregar personas y ayudar a que todos crezcan integralmente, para que las relaciones interpersonales sean mejores. Es tiempo de empezar a crecer integralmente, ayudar a otros que avancen en su vida, hasta convertirse en los empresarios de su propia familia, de manera que, todos construyamos una mejor familia y una mejor sociedad.

No se esperan las condiciones apropiadas, sino que se crean esas condiciones a través del estudio, la superación de las limitaciones y la asociación de nuevas personas.