RESPALDO PARA AVANZAR
Manuel
Tenjo Cogollo
Email: manueltenjo@yahoo.com
Todos necesitamos una palanca para mover el mundo, una mano en la espalda que brinde confianza y apoyo para emprender proyectos, unas palabras de ánimo que estimulen para avanzar en la vida. Es la experiencia del soplo de vida original que hace que todo empiece a suceder o un motor que da movimiento a lo que tiene al frente. Todos requerimos un estímulo inicial, sea positivo o negativo, y una mano que apoye o empuje hasta alcanzar las metas propuestas.
En ocasiones no vemos ese apoyo o esa palanca o esa mano que ayude, porque la buscamos física y palpable. Sin embargo, la mano de Dios está en la espalda de los profetas, en la de Jesús y en la tuya, porque eres su hijo amado. Cuentas con la mejor palanca y el mejor respaldo, el de tu Padre, Creador de la Vida.
1. El Padre habla a favor
de sus hijos
El
profeta Isaías (en 49,3-6) nos muestra el respaldo al profeta, al pueblo, al
mesías y a ti que eres su hijo, con las siguientes palabras: “Tú
eres mi siervo, en quien me gloriaré”. Además, agrega el
propósito que tiene contigo: “Te voy a poner por luz de las gentes, para que mi salvación alcance
hasta los confines de la tierra”. El Padre, Creador de tu vida, habla de ti las
mejores palabras y está a tu favor, dándote la fuerza interior, el dinamismo
existencial y el amor que te impulse a mostrar la luz que está en tu interior.
Tu Padre está orgulloso de ti y su amor no cambia ni se transforma.
Así que, cuentas con el mejor respaldo, con las palabras y acciones de
tu Padre que te impulsa constantemente a avanzar en el propósito de tu vida. De
igual manera lo hizo con su hijo Jesucristo, pues el Padre habla bien de Él
ante Juan el Bautista y ante la humanidad, pues dice: “Aquel sobre quien
veas que baja el Espíritu y se queda sobre él, ése es el que bautiza con
Espíritu Santo” (Jn 1,33). Se manifiesta sobre Jesús el respaldo y las
palabras-acciones del Padre a su favor y enfocando el propósito divino para su
misión en la vida.
Tu Padre, que es Dios, está a tu favor, orgulloso de ti y dispuesto a apoyarte en el desarrollo del propósito en el cumplimiento tu misión en la vida.
2. El Padre pone la mano
en la espalda
La mano
en la espalda brinda confianza, tranquilidad y apoyo para avanzar en la vida.
Es por esto que, cuando tienes el respaldo divino cuantas con el dinamismo
interior para alcanzar los propósitos y metas en tu vida. Así lo presentó
Isaías cuando reconoce la acción divina desde que estaba en “el seno materno” dando la confianza de
expresar: “yo era glorificado a los ojos de Yahveh, mi Dios era mi fuerza” (Is
49,5). La misión se alcanza con el respaldo de tu Padre, pues Él se siente
orgulloso de ti y te da la fuerza suficiente para llegar muy lejos, para
avanzar.
Juan el
Bautista dice sobre Jesús: “yo le he visto y doy testimonio de que éste es el Elegido de Dios” (Jn 1,34). De
manera que, el Padre habla a través de circunstancias y de personas, para
comunicarte lo que Él está haciendo en ti y a través tuyo. Tu Padre no te
abandona, sino que está a tu lado, con su mano en tu espalda para llevarte,
como Jesús, al cumplimiento de la misión, aunque implique sacrificios y
entregas, al final viene la resurrección y la gloria eterna.
El mejor apoyo y fuerza dinamizadora está en el Padre de nuestro señor Jesucristo, quien impulsa a sus hijos a ir más allá de sus sueños, a lograr metas sorprendentes y a alcanzar las metas propuestas. ¿Qué te puede detener?
3. Disposición para
avanzar
Contar
con el Padre de la Vida que te respalda, está a tu favor y es la mejor palanca
para mover el mundo y alcanzar metas… no es suficiente. Es necesario superar el
pesimismo y el negativismo que conduce a decir: “por poca cosa me
he fatigado, en vano e inútilmente mi vigor he gastado” (Is
49,4), pues no has sido creado para pequeñas hazañas sino para grandes
aventuras.
Cuentas
con que conoces al “Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Jn
1,29), para no detenerte en autojuzgamientos y complejos de culpa. Tú has sido
levantado del pecado, restaurada la comunión con el Padre de la vida y dotado
con el poder el Espíritu Santo, para avanzar hasta ver metas alcanzadas.
Es tiempo
de trazar metas, de empezar la nueva etapa de la vida y de poner tus planes en
las manos del Padre. Empieza a programarte para vivir plenamente, como hijo de
Dios y dispuesto a avanzar en la vida. Recuerda: pon tus planes en las manos de
Dios.
Espectacular, muchas gracias Manuel que bella reflexión para ponernos en marcha este nuevo año, todo en manos de nuestro padre Amado y nuestro maestro y guía Jesucristo
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