EL BIEN Y EL MAL EN EL MISMO CAMPO
Manuel Tenjo Cogollo
Email: manueltenjo@yahoo.com
Existe una historia antigua de un maestro que enseña a sus discípulos que en su interior hay dos tigres, uno blanco que conduce a la bondad y uno oscuro que conduce a la maldad. El maestro pregunta a su discípulo: "¿cuál de los dos ganará?". Ante el silencio del discípulo, el maestro responde: "al que tu alimentes más". La otra historia similar es contada por Jesús a sus discípulos en forma de parábola, para que ellos saquen la enseñanza, sin embargo, el Maestro tuvo que explicársela posteriormente. Vamos a leer la parábola en el evangelio de Mateo 13,24-30, teniendo en cuenta otros elementos del mismo capítulo.
En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente:
«El reino de los cielos se parece a un hombre
que sembró buena semilla en su campo;
pero, mientras la gente dormía,
su enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se
marchó.
Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció
también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo:
"Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De
dónde sale la cizaña?"
Él les dijo: "Un enemigo lo ha hecho."
Los criados le preguntaron: "¿Quieres que vayamos a
arrancarla?"
Pero él les respondió: "No, que, al arrancar la cizaña,
podríais arrancar también el trigo.
Dejadlos crecer juntos hasta la siega y, cuando llegue la
siega, diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas
para quemarla,
y el trigo almacenadlo en mi granero."»
El bien y el mal crecen en el mismo campo
La
explicación de la parábola la encontramos en el evangelio de Mateo (13,37-43),
donde aparecen los elementos y los personajes implicados en la narración.
Podemos aplicar que el ser humano es el campo donde Jesucristo siembra la
bondad (representada en el trigo) y todas las capacidades para desarrollar
acciones a favor de la vida, al mismo tiempo que el diablo siembra la maldad
(representada en la cizaña). Dentro del ser humano existe esa lucha interior
entre el tigre blanco o trigo y el tigre oscuro o cizaña. Es una dialéctica que
confunde al ser humano porque utiliza las emociones a favor o en contra de él
mismo.
Es por este motivo que, tú buscas hacer el bien y lo buscas, sin embargo, terminas haciendo daño y ofendiendo a las personas que amas y a quienes tienes cerca. Por este sendero podemos encontrar las causas de la maldad, el abandono de empresas y el mal manejo de las emociones y las decisiones.
Gana el que mejor alimentes
Al final,
después de tantos conflictos interiores, está la decisión fundamental: ¿quieres
que tu vida sea manejada por el tigre blanco-cizaña o controlada por el
oscuro-cizaña?
Alimentas
la bondad pensando lo mejor de cada persona, haciendo cosas a su favor, vives
como bendición para los demás, especialmente, entras en contacto con tu ser
interior, con tu intimidad o, dicho de otra manera, te vuelves tu mejor amigo
con una sana autoestima.
Por otro
lado, alimentas el mal dejándote llevar del miedo y de la culpa, tomando
decisiones motivadas por el rencor y los recuerdos dolorosos, permitiendo que
tus emociones negativas gobiernen tu vida. Al final, te vuelves esclavo de los
demás, de tu pasado, de tus apegos, de tus emociones negativas y de tu
egolatría. Es por estos motivos que terminas haciendo de tu vida un infierno en
la tierra.
La situación es conflictiva y paradójica al mismo tiempo, porque la lucha interior es constante y, ganará al que alimentes más.
Cómo alimentar el bien
Alimentar
el mal-cizaña es muy sencillo y común. Pero la inquietud más grande del Maestro
Jesús es enseñar a sus discípulos la mejor herramienta para que el bien siempre
gane y se genere tal conciencia de bondad que se practique con la mayor
frecuencia. Para ello Jesús utiliza dos parábolas que aparecen en el evangelio
de Mateo (13,31-33), donde el Reinado de Dios adquiere una actitud humilde como
un grano de mostaza o como una levadura que están en el ser humano representado
en la tierra o en la harina. Dios empieza a reinar poco a poco en la persona
hasta poseerla totalmente.
Alimentar el trigo o el tigre blanco para que persevere haciendo el bien y obrando con la mayor bondad, se hace de la mano de Dios, permitiendo que la divinidad habite y controle al ser humano. Así que tu mayor decisión está en tener a Dios como el Rey de tu vida, porque de esta manera tu vida se llena de muy buenas aventuras, empresas que comienzas hasta llevarlas al más alto nivel.
Conclusiones
Con
diversos ejemplos dependiendo de los contextos culturales se enseña que dentro
de cada ser humano existe una lucha que lo conduce a realizar buenas o malas
acciones. Con una conclusión constante: gana al que más alimentes, al que más
cuides o del que más conciencia tengas.
La única
manera que existe para que la bondad siempre gane es permitiendo a Dios que sea
el Rey y que toda su misericordia se realice a través de todos los seres
humanos, pues de esa manera brillará la justicia, la honestidad y el amor.
Siempre
queda el ser humano en la libertad de escoger lo mejor...
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