lunes, 28 de noviembre de 2022

2- CAMBIAR DE MENTALIDAD PARA AVANZAR

 CAMBIAR DE MENTALIDAD PARA AVANZAR

 

Manuel Tenjo Cogollo

Email: manueltenjo@yahoo.com

 

El mensaje de conversión, fundamentalmente, es el mensaje del cambio de mentalidad, muy necesaria para salir adelante cuando las situaciones apremiantes requieren una modificación de los paradigmas tradicionales. Existen esquemas mentales anquilosados y sostenidos por esquemas momificados y justificados por la permanencia en la zona de confort. Así que la invitación a la conversión tiene la intención de impulsar a nuevos pensamientos, nuevas acciones y nuevos proyectos que conducen a un estilo de vida mucho mejor que el anterior.

Quiero proponerles una reflexión a partir de la enseñanza bíblica de Mateo 3,1-12, donde existen elementos que preparan al advenimiento de una nueva etapa de vida.

 1. Conversión como cambio de mentalidad

En el desierto de Judea, como en los múltiples desiertos de la vida, aparece el profeta llamado Juan y apodado Bautista, por ser una de las actividades que realiza para vivir la conversión y el perdón de los pecados. Su presencia física y su apariencia son demasiado sencillas para tener un mensaje impactante y que exige una toma de posición (Mt 3,3-4). Juan Bautista aparece como el precursor del Rey – Mesías enviado por Dios para dar comienzo a la nueva etapa de la historia y la oportunidad de establecer una nueva relación como hijos y herederos del Padre.

La propuesta es: “ha llegado el Reinado de Dios” (Mt 3,2), porque comienza un nuevo gobierno que empieza en el interior del ser humano y se expande a toda actividad humana, donde Dios se convierte en el soberano de toda decisión y actividad existenciales. Así que la primera actividad consiste en dejar de pensar que Dios está en lo alto para pasar a considerar que habita al interior del ser humano y hace de él su templo.

La actividad consiste en: “dar frutos dignos de conversión” (Mt 3,8), porque cuando se toma conciencia de la presencia activa de Dios al interior del ser humano, se asumen los poderes divinos para realizar acciones que proyectan lo más sublime de la humanidad. De manera que se desencadenan actividades donde la felicidad no viene de fuera sino del interior del ser humano y, por tanto, la libertad se conquista desde dentro para proyectarse en la construcción de ambientes que promueve la posibilidad de avanzar libremente como hijos de Dios. Los frutos de conversión no se vuelven una obligación, sino que brotan de manera natural favoreciendo a muchos seres humanos, para edificarlos en los senderos de la libertad y la felicidad.

Para iniciar es necesario: “yo bautizo con agua para conversión” (Mt 3,11). La decisión de asumir un nuevo estilo de vida para avanzar requiere unos ritos de iniciación, donde cada persona dice: hoy realizo tal actividad para marcar el comienzo de lo que voy a realizar para alcanzar mis metas. El bautismo es la actividad de sumergirse en una nueva experiencia de vida, que comienza ahora y se va completando poco a poco hasta llegar a la plenitud. Cada uno asume su iniciación a la vida nueva, a las etapas que conducen a alcanzar metas donde Dios reina, para conducir a la plenitud existencial en las obras de libertad y de felicidad.

El cambio de mentalidad contribuirá a construir proyectos, con planes estratégicos y con principios, para avanzar actitudinalmente en la consecución de metas nobles: ayudar a otros a vivir libres y felices, a través del desprendimiento, el compartir y el ayudar a todas las personas que tiene cerca.

2. Cambio de maestro para un cambio de vida

Juan Bautista plantea un cambio de maestro, donde ya no es él y su enseñanza, pues termina con la decisión de convertirse y la acción inicial de bautizarse, para asumir otro maestro que pueda conducir a perseverar en el nuevo estilo de vida hasta llevarlo a la plenitud. Desprenderse de un maestro bueno para asumir uno superior y con mayor provecho (Mt 3,11).

El nuevo maestro bautiza con “Espíritu Santo y fuego” (Mt 3,11), es decir, sumerge a la persona en el dinamismo del poder divino, fortalecido con el amor y con un ardor nuevo que lleva a asumir la vida con pasión. El nuevo maestro, llamado Jesucristo, brinda una nueva dotación, que hace que el ser humano asuma capacidades y poderes que superar su expectativa, para hacer que su vida sea renovada con la fuerza del Amor e impulsada a generar nuevas oportunidad de construcción comunitaria y social, donde se unen quienes están dispuestos a proponer y a comprometerse con acciones de vida.

El nuevo maestro limpia para avanzar (Mt 3,12), porque es necesario desprenderse de los lastres, quemarlos para dejarlos en el pasado y comenzar con una nueva mentalidad. Nueva etapa que exige una nueva mentalidad, apoyándose con nuevas fuerzas interiores que conducen a abandonar las experiencias destructivas, aprender de los fracasos y aprovechas las crisis para avanzar.

3. La decisión por crecer y avanzar

Al final, la decisión siempre será tuya. La conversión, como cambio de mentalidad, conduce a tomar decisiones existenciales, que exigen abandonar lastres, dejar las zonas de confort y soltar a los maestros provisionales, para asumir al nuevo y mejor maestro: Jesucristo, que brinda un poder superior: el Espíritu Santo y con el nuevo dinamismo del ardor de la pasión para construir nuevas metas, promover la renovación comunitaria y ofrecer alternativas de construcción de una nueva sociedad.

Bienvenido a una nueva etapa en la vida, al comienzo de un nuevo año y al desarrollo de un dinamismo superior.

 


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